Los sifonápteros (Siphonaptera), conocidos popularmente como pulgas, son un orden de pequeños insectos sin alas. Las pulgas son parásitos externos que viven de la sangre de los mamíferos y los pájaros.

Algunas especies bien conocidas de pulgas son la pulga del gato (Ctenocephalides felis), la pulga del perro (Ctenocephalides canis), la pulga de la rata del norte (Nosopsyllus fasciatus) y la pulga de la rata oriental (Xenopsylla cheopis). Las dos especies que parasitan al hombre son Pulex irritans y Pulex simulans.
En la mayor parte de los casos las pulgas son sólo una molestia para sus hospedadores, pero algunas personas y animales sufren una reacción alérgica a la saliva de la pulga, produciéndose erupciones. Las picaduras de pulga generalmente tienen como resultado la formación de unas zonas inflamadas y ligeramente elevadas que producen picor y que tienen un solo punto de picadura en el centro.
Sin embargo, las pulgas pueden transmitir enfermedades. Un devastador ejemplo fue la peste bubónica, transmitida entre roedores y humanos y que mermó seriamente la población europea en la Edad Media. El tifus murino (tifus endémico) y en algunos casos los gusanos planos parósitos pueden ser transmitidos por las pulgas.